¿Dar para recibir, o dar porque te gusta dar?
Si das, ¿esperás algo a cambio?
Este ha sido un tema que me causó mucha confusión y un poco de malestar a lo largo de mi vida.
¿Considerás que si das, es lógico esperar algo a cambio, ya sea en un futuro cercano o lejano?
¿Llevás la cuenta de las cosas que das y a quién se las das?
Creo que muchas veces caemos en ese bucle de dar y luego esperar recibir.
Y esa expectativa no cumplida se transforma en frustración, malestar, malentendidos no hablados... o incluso enojo.
¿Te suena familiar?
Ahí es donde, para mí, entra en Juego tu libertad personal.
Considero que cuando uno da -lo que sea lo da porque quiere. Porque ese acto refleja su estado interno en ese momento.
Si te doy algo o te ofrezco algo, es porque así lo siento. Porque nace de mí . Y lo hago sin esperar nada a cambio.
Pero cuando doy esperando recibir algo, se generan dinámicas de deber. De tira y afloje... que ya no nacen desde un lugar auténtico ni necesariamente sano.
Tu libertad personal es la que te da la posibilidad de accionar desde un lugar genuino.
De hacer algo por alguien solo porque así lo sentís. No porque alguien lo espera.
Y eso, ¿no es lindo?
Sin embargo, muchas veces creamos pactos explícitos o silenciosos donde empiezan a existir "deberes" para sostener un vínculo.
Qué agotador, ¿no?
Y yo me pregunto: ¿para qué? ¿Por qué hacemos esto?
Muchas veces es para complacer, porque es un patrón aprendido, por miedo a la soledad o al abandono…
Cuando empezamos a responder esas preguntas, aparecen verdades interesantes… y muchas veces incómodas.
Quizás también miedos que arrastramos hace años, sin saber que están condicionando cómo nos relacionamos.
Como dijo Carl Jung:
"Hasta que no hagas consciente lo inconsciente, éste dirigirá tu vida… y lo llamarás destino."
Y yo agrego:
Sería una pena que así fuera. Mejor investigarlo un poco, ¿no?
¿Cuáles son los miedos o carencias que están guiando tus acciones?
Si estabas buscando una señal para trabajarte o empezar terapia… esta es.
El proceso puede ser incómodo, pero es necesario.
Y no solo eso: puede elevar tu calidad de vida de forma profunda y transformadora.
Y yo, desde mi libertad personal, te deseo eso.
