¿Alguna vez estuviste en un lugar con gente que tenía una mala vibra? ¿O conocés un grupo de amigos con una energía particular? Incluso hay familias que viven en estados de conflicto o en un ambiente denso, donde todo se siente pesado.

La energía se contagia y se expande cuando es compartida.

Cuando nos rodeamos de personas que no nos tratan bien o que no vibran desde el respeto o el amor, nuestra propia energía también se ve afectada. Por más que tengamos buenas intenciones, la vibración de nuestro entorno influye en nosotros.

Por eso, es importante elegir rodearte de gente cuya energía nutra, eleve y haga bien a tu ser. Aceptar dinámicas de baja vibración solo genera una cadena de eventos que drenan nuestra propia luz.

 Cuidar tu energía es cuidar tu mundo interior y exterior. No se trata de vivir aislado, sino de ser consciente de lo que permitís entrar en tu espacio.

¿lSentís que tu entorno vibra en sintonía con vos? 

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